jueves, 28 de mayo de 2015

NUEVO LOOK PARA EL TRAPAIA (abril/mayo 2015)




Había oído hablar de un nuevo sistema de antifouling (*) basado en la silicona. Lo ha sacado al mercado la firma Hempel bajo la denominación SilicOne. Teóricamente no es un biocida que mata los organismos vivos que se intentan pegar (que es como operan los antifouling normales)  sino que es un producto antiadherente que simplemente impide que se peguen al casco. Se supone que dura mucho más y que es muy fácil de limpiar, incluso buceando un poco sin sacarlo del agua. He visto algunos ejemplos que están dando un resultado satisfactorio después de dos años de uso y, como soy un forofo de la innovación, me he apuntado al reto y me he lanzado a probarlo.

(*) Nota para los no versados: antifouling es la pintura anti-incrustante que se aplica a la carena de los barcos, a la parte sumergida, a lo que se denomina la obra viva, para evitar que moluscos, algas y otros organismos marinos se peguen al casco y lo deterioren haciendo el barco más lento.

El problema que primero se nos presenta es que hay que decapar completamente las capas de antifouling  anteriores antes de empezar a dar imprimaciones y acabados. Yo, en realidad, ya tenía proyectado hacer un decapado, porque después de 4 años el casco había recibido ya 8 manos de antifouling. Con el tiempo se van formando cascados que cada vez adquieren mayor profundidad y el casco toma un feo aspecto, empeorando sensiblemente el coeficiente de deslizamiento. Además suele ser buena ocasión para ir curando alguna que otra ampolla de ósmosis que puede haber surgido, y si se da el caso, perfilar la orza, la pala del timón, etc. 

Por lo tanto comencé el proceso de decapado mediante un decapante químico específico para pinturas antifouling. Se aplica a rodillo o brocha y esperas 24 horas a que haga su efecto. Al día siguiente le pasas la hidro-limpiadora de presión y has quitado un par de capas. Vuelves a dar el decapante y al día siguiente puede que quites otras dos. Al día siguiente lo mismo y ya solo te queda un resto por zonas que no quiere irse de allí. Entonces es el tiempo de la gran tortura: la lijadora, la máscarilla, las gafas de protección, las posturas difíciles, el dolor de los brazos y de la espalda, y encima de vez en cuando se pone a llover. Los chorretones llegan a la panza del barco y las lijas se embotan y te tienes que largar y “mañana será otro día”. Estando jubilado esto no es problema grave, pero ves cómo se te van las horas y los días sin poder acelerar el proceso. Además, habida cuenta del esfuerzo físico y económico que estas realizando, quieres hacerlo todo bien, máxime sabiendo que con el barco en el agua ya no habrá opción de corregir lo que haya quedado mal hecho. ¡Paciencia, mucha paciencia y además un poco más de paciencia! Si no… mal.




En la foto, después de las 3 pasadas de decapante, he comenzado a lijar.  La zona más clara es la que ya está lijada.  La zona de popa, que se ve más oscura está por lijar.

Después hay que darle unas manos de imprimación epoxi. Con cada mano van apareciendo muy visibles todas las pequeñas irregularidades del casco. Es el momento de emplastecer con masilla epoxi todos los defectos. Después lijar los enmasillados y pasar lija fina, a mano, a toda la capa de pintura para dar otra capa de imprimación. De nuevo afloran defectillos que antes no has visto y de nuevo dar pasta antes de la siguiente mano. 

Cada vez que aplicas pasta epoxi tienes que esperar por lo menos 6 horas antes de poder lijar. Después de lijar hay que pasar la manguera con agua para retirar el polvo y esperar a que se seque el agua antes de pintar encima. 

Entre mano y mano de pintura lo ideal es dejar secar al menos 12 horas. Esto significa casi siempre que es muy difícil dar dos manos el mismo día. Si tardas dos horas en dar una mano (bien dada, con mimo y paciencia)  para tener una mano acabada a las 9 de la mañana tendrías que comenzar a las 7. Según en que época es de noche o hace frío o hay relente con excesiva humedad. Las pinturas tienen sus limitaciones en todos esos aspectos. Suponiendo que las condiciones lo permitieran, podrías empezar a dar otra mano sobre las 7 de la tarde que terminarías sobre las 9 cuando puede ser de noche o de nuevo hacer frío o excesiva humedad. Por lo tanto lo mejor es hacerlo sobre el medio día y la siguiente mano al día siguiente y punto. No por mucho madrugar amanece más temprano.




En la foto primera mano de epoxi y enmasillado de algunos defectos.




En esta foto ya con la tercera mano de epoxi. El casco ya se ve perfectamente liso. Ahora hay que darle dos manos de una imprimación intermedia entre el epoxi y la pintura de silicona. Si no esta no agarraría.




En la foto, esperando en el coche a que deje de llover para poder hacer algo.




Ya están aplicadas 2 manos de imprimación intermedia. Está listo para otras dos de la pintura definitiva de silicona.




Y ya tiene dos manos de SilicOne. Ahora, como el barco está sustentado en una cuna de cuatro apoyos, hay que solicitar una maniobra de la grúa para cambiar dichos apoyos de sitio. Después, en cada recuadro dejado por los antiguos apoyos hay que lijar hasta quitar todas las capas de pintura y volver ha realizar en los cuatro recuadros todo el proceso de imprimaciones y de pinturas. Si quieres tener garantía de que te va a quedar bien ya puedes ir dejando secar los tiempos intermedios necesarios, es decir normalmente un día para cada capa.

Estando en esta situación y habiendo pasado ya casi un mes el barco en seco, decido tirarme a una piscina más profunda y desde mayor altura. Ya que tengo que tenerlo aquí más días, mientras se van secando las sucesivas capas de pinturas, puedo ir lijando la obra muerta (la parte del casco que se ve fuera del agua) y la pinto para que tenga un aspecto más moderno y deportivo. Empiezo por lijar bien los costados eliminando la decoración antigua y aprovechando para enmasillar defectos y raspaduras.




Como se puede ver ya está lijado el costado. Ha desaparecido la franja decorativa azúl, y el rótulo de la matrícula.




Cuando llueve, aunque sea poco, no se puede trabajar pintando al aire libre. Toca esperar, mirarlo y tratar de imaginarlo con un nuevo color y una nueva decoración. ¡Qué tremendas dudas! ¿Tal vez un color crema?, ¿Y por qué no un azul cobalto tan marinero con unas rayas blancas? 

Internet sirve para buscar fotos de barcos similares en diferentes colores. El WhatsApp sirve para para pasar las fotos a los amigos del pantalán y consultar opiniones. El blanco es muy recomendado, pero el azúl gusta más. A mi también me gusta y me decido. Pero primero hay que darle una imprimación. Compro Light Primer de Hempel  para la imprimación y cuatro botes de Azul Ultramar Titan, poliuretano+acrílico bicomponente, para el acabado. Y empiezo por dar la imprimación.

Entretanto una noche con vientos de fuerza 6 el barco se mueve en los apoyos. Queda ligeramente escorado e incluso uno de los apoyos queda sobre la parte a pintar, con lo cual necesito pedir una maniobra de grúa para enderezar el barco. Dada la gran afluencia de barcos en la planchada me sugieren aprovechar el movimiento para cambiarlo de sitio, dejando más libre la zona de limpieza de barcos. A mí también puede convenirme para que no me manchen el casco que estoy lijando y pintando con salpicaduras de los demás. Así que accedo al cambio.




Cambio de ubicación y dando ya la segunda mano de imprimación a la obra muerta. Se puede ver que la mitad delantera del barco ya tiene aplicada la 2ª capa, a diferencia de la mitad de popa que solo tiene la primera con un suave lijado. Como veis está bien amarrado al suelo para que no vuelva a moverlo el viento.




Comienza la aventura del color. En los días que han transcurrido poniendo la imprimación he dado un giro bestial a mis conjeturas. He decidido ir por la vía del atrevimiento. He ido a la tienda, he cambiado los 4 botes de “azul ultramar” por otros cuatro de “rojo señales”. ¡ALLA VOYYYY….!. 
El “¡Olé tus cojones!” Que me soltó un amigo cuando me vio haciendo esto me animó aún más.




Ya es rojo, pero está muy estático y triste. Ya tengo encargadas las rayas blancas que quiero ponerle para que coja dinamismo y alegría, así como la rotulación en vinilo para el nombre, la matrícula, el emblema de la marca (el caballito de mar de Beneteau) y el modelo First 32. 

La ubicación de las rayas la tenía bastante clara desde el principio, así como la tipografía que me gustaba (Bauhaus93 seleccionada del WordArt) pero las alturas y distancias no las tenía tan claras. 




Empezamos colocando las franjas sobre la línea de flotación. Me ayudó mi amigo Juancar que tiene experiencia en esto del vinilo.




Después necesité un par de horas poniendo y moviendo petachos del tamaño de los diferentes elementos para decidir su ubicación definitiva. Hice un montón de pruebas de simulación sacando fotos a todas las opciones que se me iban ocurriendo. No temáis que no voy a ponerlas aquí.




Finalmente quedó así. Añado las últimas fotos antes de la botadura.
 
  

¡Y, POR FIN, NAVEGANDO!






2 comentarios:

  1. Buen trabajo (como siempre!) y la pregunta del millón, ¿Que tal desliza?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues va bien, pero no es nada espectacular. El Mastabakarra lo ha puesto y está ganando regatas, pero antes también las ganaba con antifouling normal. El Txiripa ha puesto una helice plegable y ha hecho un decapado del casco y perfilado de orza, pero con antifouling autopulimentable normal y ahora le sigue al Mastabakarra que no se lo puede quitar de encima. Yo en la regata del sábado me iba quedando atras y atras de los dos. O sea, milagroso no es. Pero a mi lo que me seduce es la idea de que dure más tiempo limpio y el facil mantenimiento.

      Eliminar